La doctora en Derecho Internacional explicó que el Perú ha planteado una estrategia jurídica y política muy sólida, pero recomendó estar preparados para la respuesta de Chile.
Por Susana Mosquera Monelos. 06 diciembre, 2012.“El Perú cuenta con un equipo de expertos del más alto nivel que han realizado una exposición excelente, clara y detallada de todos los incidentes jurídicos que presenta el caso. Este aspecto que ha sido destacado por la prensa chilena, que ven cómo el Perú sí ha planteado el diferendo marítimo con una estrategia jurídica y política muy sólida, que se han mantenido con fuerza y seguridad desde el principio”, explica la doctora Susana Mosquera Monelos, experta en Derecho Internacional Público.
La Dra. Mosquera, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, está convencida de que hay razones para estar orgullosos y contentos con la defensa que ha hecho Perú de sus argumentos jurídicos; sin embargo, advierte: “Debemos estar preparados para una respuesta de gran altura, no debemos creer que Chile va a quedar impasible ante los argumentos jurídicos presentados por el Perú”.
¿Cuál ha sido su argumento más sólido y cuál el punto más débil de la defensa peruana?
El más sólido en la estrategia peruana siempre ha sido la discusión sobre la naturaleza jurídica de los tratados de 1952 y 1954, que, como acuerdos de pesca que son, no sirven por sí solos para establecer un pacto de delimitación de fronteras. Han conseguido probar la naturaleza jurídica de esos tratados y, además, han logrado desgajar con fineza las tesis jurídicas sobre las que Chile construyó su teoría de una frontera marítima ya delimitada.
Entonces, ¿hay razón para ‘falsos triunfalismos y vanaglorias’?
Estoy segura de que hay razones para estar satisfechos con la defensa que ha hecho Perú de sus argumentos jurídicos. Han trabajado como un gran equipo, con cesión de la palabra al experto idóneo que puntualizó y cerró las ideas centrales en cada momento, pues conocen no solo la jurisprudencia sino también el sistema de trabajo de la Corte.
En cuanto a los triunfalismos es evidente que Chile tiene una defensa, y es buena, no vayamos a pensar que se ha ganado la guerra cuando solamente se ha luchado una primera batalla. No obstante, al revisar la prensa chilena parece haber sido una sorpresa descubrir que sí había caso, que Perú sí tiene base y fundamento para sus pretensiones.
¿Cómo cree que se presentará Chile hoy?
Chile es un país que no va a defraudar en su defensa ante la Corte, no se va a quedar impasible. De hecho en su contramemoria, y en su dúplica, tenemos 700 páginas de argumentación jurídica que tratarán de sintetizar para demostrar que sí ha habido una práctica constante aceptada por Perú para delimitar esa frontera marítima por la línea del paralelo.
¿Cuál podría ser su mejor estrategia?
Esta tiene que ver con el uso del sistema de fuentes del derecho internacional, que no establece jerarquías entre los tratados y la costumbre. De modo que Chile va a depurar la técnica jurídica para demostrar, a través de las reglas de interpretación de tratados, que lo firmado sí fueron tratados de límites; y, además, va a añadir referencia a la costumbre regional que posiciona al paralelo como sistema de delimitación marítima en América latina.
¿Cómo nota el ambiente que estamos respirando a través de los medios de comunicación de ambos países?
He podido percibir un mayor interés en el seguimiento mediático en Perú que observa con máximo detalle el caso ante la Haya pues imagino que se presenta como una oportunidad de defender con el derecho lo que se perdió con las armas. Mientras que en Chile, parece haber una mayor desafectación hacia el caso. Tres factores parecen estar detrás de ese menor seguimiento: que se trata de territorio marítimo y no terrestre; un territorio muy al norte en una zona de poco interés para el país; y que ese espacio marítimo antes que chileno ya fue peruano, lo que da la impresión de pérdida de algo ajeno.
Y, para Perú…
Si trasladamos todos esos factores al caso peruano nos encontramos justamente con el efecto contrario: la gran importancia que tiene la explotación pesquera para el Perú; en una zona de gran interés comercial y estratégico; y supondría recuperar parte de lo perdido en la Guerra del Pacífico, factor que aún cuando no ha sido utilizado ante la Corte es indudable que está presente en el imaginario colectivo peruano.